domingo, 6 de septiembre de 2015

Si me vuelves a abrazar, mañana estaré mejor

Las canciones importantes son las que te abrazan. Y los mejores abrazos son los que llegan cuando no los esperabas pero los necesitabas. El jueves fue uno de esos días tristes en los que necesitaba un abrazo reparador, de esos que te comprenden, de esos que te alivian y te dicen que “todo lo malo que ahora sientes, cambiará”. Y el abrazo llegó de manera inesperada y en aroma de canción.

En tres minutos treinta de Un beso en la nariz se me había ido la angustia del día (porque “todos los humanos necesitamos llorar”) y lo malo se había transformado en algo bueno solamente gracias a música nueva. Porque “nada dice tanto de una persona como la música que escucha”. “Con sólo nombrarme una canción, un músico, un disco con el que te identifiqués me estás diciendo quién sos, qué te conmueve, qué te hace sentir bien”. Me sigue alegrando infinitamente saber que hay otros corazones que laten al mismo ritmo que el mío.